RESIDUOS PARA DISMINUIR METALES EN SUELOS CONTAMINADOS

Los residuos derivados del tratamiento de agua destinada al consumo humano y el compost generado con los desechos sólidos urbanos se pueden incorporar a suelos mineros para inmovilizar arsénico, plomo y otros elementos nocivos para la salud y el medio ambiente.

Para disminuir la movilidad de arsénico y metales en suelos mineros, un equipo de científicos de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y de la Universidad de Sassari (Italia) utilizó residuos derivados del tratamiento de agua para el consumo humano (denominados Fe-WTR), material rico en hierro, y compost de residuos sólidos urbanos.

De acuerdo con el trabajo, publicado en la revista Geoderma, los materiales utilizados pueden reducir las fracciones más disponibles de los contaminantes, es decir, la parte del total que es más soluble y más accesible para plantas y otros organismos del suelo.

Los resultados muestran que, tras cuatro meses de contacto entre suelo y enmiendas, el Fe-WTR redujo la fracción de arsénico más fácilmente disponible hasta en un 60%, como consecuencia de la formación de complejos insolubles entre el arsénico y los óxidos e hidróxidos de hierro del residuo.

Con respecto a los metales, los resultados de la extracción secuencial muestran que las enmiendas redujeron o mantuvieron la concentración de cobre, plomo y zinc más potencialmente disponible comparado con los suelos sin enmendar. Esto, según los autores, se explica por la capacidad de los compuestos orgánicos e inorgánicos del Fe-WTR y del compost para adsorber los metales mencionados.

BUSCAR LA EFICACIA DE LAS ENMIENDAS AGRÍCOLAS

El trabajo pone así de manifiesto que la eficacia de una enmienda (sustancia que se mezcla con las tierras para enriquecer sus propiedades y producción) en cuanto a la inmovilización de elementos en el suelo es una variable compleja que depende del tipo de contaminación y de las características del suelo y de las enmiendas.

La excavación del suelo contaminado y su sustitución por otro limpio implica la pérdida del suelo original y la perturbación del ecosistema. Sin embargo, existen otras estrategias que permiten la conservación del suelo, como la fitorremediacion in situ con plantas.

Fuente: http://www.residuosprofesional.com